martes, 16 de septiembre de 2008

Carta # 5

Como empezar esta carta,

Después de tantas lunas, de tanta incertidumbre, de tanto dolor en el aire, de tanta muerte en un instante, cómo escribirte, cuando el aire se enrarece con el lúgubre sabor a muerte.

Pretendo realizar un viaje… a dónde? … No sé. Pretendo bajarme un instante de esta realidad, pero no se para el tiempo. Y me suspendo en las palabras para continuar esta serie de cartas.

Siguiente parada…silencio… me cargo una piedra que no permita que el viento me lleve mientras duermo, y mi cabeza recostada contra la ventanilla, contra el vidrio, mientras los segunderos caminan al revés, valiéndome del aire para ser silencio, del viento para ser viento… para ser viaje simplemente.

Y me valgo del sol para ser fuego, amor de tierra para ser hombre, planta que camina…y me vuelvo lluvia… para convertirme en llanto…quiero ser caminante al otro lado del cristal en esta carretera y así caminar cerca de ti en este viaje.

Y es que a la velocidad del bus, de mis venas, a través de las miradas, de toda esta tinta que quiere ser llanto, me asomo por todos los ojos que silenciosos pasan frente a mi y todos ellos observan los míos, como cambio de piel en cada estación, como pretendo ser palabra de todas las voces, nombre de todos los nombres… de todos los hombres.

Y soy un niño perdido en la multitud, y mis sueños son hojas que se desprenden de aquel árbol mágico, y la caída es el instante, aquel momento cuando me acarician los recuerdos.

Y es que hoy sufro de un terrible ataque de estupidez … la verdad nace una necesidad de irme a una fonda con mucho alcohol y muchos amigos, de escuchar la confesión de un drogadicto o gozar de la caridad de un ladrón de bancos, talvéz compartir la comunión de un pecador, emborracharme con la sobra de licor de la copa de un suicida, masturbarme con la mano de un asesino o simplemente divertirme con el chiste de un hipócrita, enamorarme de las locuras escritas de algún poeta o envidiar la sinceridad y la complicidad de los travestís, creer en dios y confirmarme todos los domingos.

Quisiera escuchar tras las paredes de un convento y declararme masoquista o pervertido, y porque nó… enamorarme de la inocencia de una puta en la casa de algún artista o simplemente decidirme a matar los zancudos en la pared o dejar que a media noche me despiertes con un beso y al amanecer…No hacer nada, nada de nada, simplemente…nada.

Ayunar.... y sentado aquí, dándole la espalda a este espejo blanco que atardece… esperar… y morirme de una vez yo también.

Necesito un fósforo y una vela… cerrar la puerta…apagar la luz… y llorar a solas.


Septiembre, 16 del 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos han hecho creer que solo podemos ser felices con la "normalidad". Y eso no es cierto...
Solo sigue adelante, mira adelante, siempre hay algo.

Alejandra

Anónimo dijo...

QUE EMOSHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO no puedo creer que anoche lo escribieras....... senol poeta tene que descansar!!!.... realmente esta bello y te felicito... sabes te veo, te leo y me doy cuenta cuanto amas hacer esto pero a la vez te estresa te desespera y eso me hace admirarte.. porque a pesar de compartir tus sentimientos siento que hay en ti un compromiso y una entrega hacia la sociedad por hacerles ver cosas que no son tan visibles y que solo viviéndolas y analizándolas podrían entenderlas...

Gracias por deleitarnos con tus pensamientos

Chacha