lunes, 17 de junio de 2013

Silencios...

Cae la noche y todo sucumbe ante el silencio… pasó el día… y se terminó este fin de semana: viernes de Llajtaymanta, sábado de fiesta y domingo de chicharrón… para retomar la rutina…
Silencio… y por un instante pensar-te /pensar-me…Ver que somos una breve historia a veces ficticia a veces real, una historia que pasa y existe a veces solo en mi cabeza, pero está ahí.
Tropezar a cada paso con pedazos de canciones, de poemas, de calles, de recuerdos, de gentes y volver a pensar-te /pensar-me… danzar en el místico, famoso y trasnochado arte de sobrevivir, como un burdo remedo de la vida cotidiana.
Volver a buscar las guías, los mapas, las calles y callejones… todas esas rutas e indicaciones que alguna vez tuvieron alguna razón de ser, que tuvieron significado para retomar el punto en el que esta vida tuvo su inflexión y volver a ser…ó simplemente volver a empezar desde el punto donde empezamos a perdernos.
Y estar convencido que a veces, es bueno ser una canción que se tropieza con una lágrima, que en su existencia te remite a estadíos queridos y añorados, tanta emoción sobre lo bello, sobre lo puro, sobre lo que se ganó, sobre lo que no se tiene cerca, sobre lo que se perdió… sobre todo...
De un tiempo a esta parte, ando queriendo estar; cada vez más fanático del silencio, tan muerto como aquella hoja en la que ya no logro desparramar más letras, alguna vez disfrute de suicidarme con una palabra y porque nó, reciclar aventuras que nos lleven al extremo del abismo para entender que siguen existiendo razones para ser… para vivir
Qué bueno sería suicidarse hoy y mañana acordarse…Sonreír… arrepentirse y de nuevo colgar la soga…ó cargar el arma…Vaciar la copa, llorar con la piel y sudar con los ojos, esconder la sombra en un espejo y colocarlo boca abajo.
Encontrar el paso a otra dimensión, jugar rayuela mirando la puesta del sol o caminar bajo la lluvia y tomar el primer bus que vaya al occidente, mirar hacia arriba, acariciar la tormenta y olvidarme de cerrar la boca para cerrar los ojos…disfrutar de la luna mientras las estrellas traviesas se desordenan a cada hora y ubicar otra vez la cruz del sur y buscar las constelaciones y amanecer envuelto en un edredón esperando el alba...sudar con la tierra, dejar salir estas lágrimas que ya no caben en mis pupilas, para que se confundan con el rocío y así empezar la semana…libre de dudas y pesadumbres…libre de recuerdos y de pensamientos que solo me transportan hacia atrás.
Empezar el día y evitar que una lágrima arruine mi café… estar seguro de ser el único pasajero de ese bus sin rumbo fijo para no sentirme avergonzado al abrir los ojos.
Volver a creer que la mejor cosa que puedo hacer en esta vida es estar muy cerca suyo bajo el mismo cielo, encontrar trazos de los viejos recuerdos y los sueños rotos que el tiempo no los pueda borrar, poder cambiar lágrimas por alegría y encontrar ese amor que el tiempo no puede destrozar.
El reto es cómo llegar hasta esa orilla si el destino no sopla en esa dirección… dejo entre sus manos mi silencio, aunque no sospeche que……...
 
Silencio…