¿Alguna vez te dije que lindos ojos?, ¿algún rato tuve la oportunidad de decirte que tu cabello me encanta?, ¿alguna vez pude pedirte un beso?, algún rato tan solo me pensaste…creo que no!.
Y es que algún rato solo pretendí robarte un beso, pero como dices no eres de esas mujeres, y la verdad no se dé cuales puedes ser, porque al final de cuentas las mujeres quieren ó no quieren ó tal vez, esa suele ser una mujer normal, ni chicha ni limonada, tampoco Coca Cola.
Sin embargo aquí procuro escribirte, aunque no sé si alguna vez me leas, es irónico empezar estas letras con esa escena que aun está en mi cabeza y darme cuenta que hay mucha distancia entre tantas palabras, mucho amor construido en el éter de tantas historias inconclusas, mucha esperanza entre tantas vivencias que de a poco generan alucinaciones locas, atrevidas y mucho dolor por no encontrarte, mucha expectativa y ninguna luz al final del túnel, esto de túnel en la idea de Sábato, porque a pesar de ser un túnel siempre hay resquicios que me permiten mirar al exterior sin siquiera tener claro si ya se acerca el final.
Aparece el dolor que no es más que una simple sensación que exaspera los cuerpos y traspasa directamente al plano circunstancial del ahora, se desconectan nuestros sentimientos, y se torna etéreo. Siento que ya van siglos entre todas estas contradicciones, esperando que algo o alguien desafíe este placer de pensarse único, elegido y porque nó, un escogido del loco dios. Pero lo cierto es que cuando las fibras nerviosas emiten una señal, nuestras almas siguen siendo igual, antes, ahora o después, con la diferencia que llegamos a una nueva contradicción: verdad o realidad.
Sera por eso que es necesario solo una chispa para generar una gran explosión en el lugar donde solo hay gas… explotar, es decir, despertar, aunque el comprender no implique la muerte por la onda expansiva de tal fuerza explosiva, sino más bien, el detonante para una serie de sucesos inexplicables e impredecibles. Para muchos la única manera de saberlo sería no querer saberlo, ya que las respuestas vienen en envoltorios complejos o en palabras simples.
La seguridad de no verse inmerso en una de esas explosiones para muchos radica en asegurarse, en ser cautos, en no ser así sino ser asá, para algunos el sumergirse en imaginarios cotidianos, en dioses, en familia, los mas patéticos aquellos que se sumergen en el trabajo, pero también están los que viven la doble vida en el espacio virtual, ahí están las redes sociales virtuales, una conexión entre telepatía y necesidad, enfermedades humanas por excelencia, muy útiles para sentirnos vivos pero poco auspiciosas para la esencia.
No importa en dónde estés, no importa lo que haya pasado, igual todo está escrito para los que pasamos por aquí, a veces salimos por que nos toca salir, se vence el visado y se vence el amor; a veces salimos por aburridos porque es la única forma de vernos es afuera, a veces porque adentro ardemos, puede que nos tome tiempo finalmente estar al margen de muchos recuerdos, muchos espacios, cuidados, pasión al final se tornan tan breves como el agua entre las piedras...como el ojo que todo lo ve, breve como el tiempo de los hombres, como el vaso que retiene esta velita que alumbra mi vida y que se extingue de a poco.
Breve como la mañana que te tuve, como el día que pasó, como la noche que arde, como el viento en altamar. Breve es el año que vendrá así como la muerte que llega.
Y hoy cuando amanece, después de este largo insomnio vago entre papeles, facturas, informes y libros algunos que no son míos y otros sí. Desde un pequeño cuarto donde suelo pasar muchos trasnoches en este viaje llamado vida, en este periplo que aun no se completa me regocijo de la luz de la luna, de los versos que quiero crear aunque a veces quedan inconclusos y se transforman en prolongados silencios de mi respiración que tiende (ó péndula) a inspirarse con bocanadas de viento que me devuelven el aliento.
Y sigo buscando la rima fantástica entre todas estas piedras y el camino que voy labrando, para cautivar esos ojos, para soltar ese pelo, para simplemente robarte una sonrisa, pero en esta soledad (porque no es cualquier otra), en este lado de la orilla del río que nos separa, se gesta una canción desesperada que el viento te lleva, ese mismo que hace que las hojas caigan aquellas que las vimos fuertes verdes, brillantes, esas que ahora están débiles y amarillas.
En este día te confieso que siento pesada la distancia entre tú y yo, mi espalda esta desnuda mientras las maletas duermen en un rincón esperando la orden para embarcarse en un viaje que nos lleve a no sé dónde. Hoy una dolencia me recorre desde mi rostro niño escondido… miedoso…entre recuerdos y sueños, que ahora se visten tan densos como mis últimos recuerdos
Esta vez quisiera contarte de los amaneceres, de aquellos crepúsculos que habitan en cada nube que no me permites mostrarte, hablarte de las hojas y de las piedras, de cada partícula de polvo llena de mundos, hoy quisiera hablarte de los amaneceres, aquellos que me despertaron con un cálido rayo de sol. Quisiera hablarte de lo sospechoso del tiempo, hablarte de sus cómplices y de la muerte, hablarte del horizonte y el atardecer y de estas palabras que ahora son tuyas… o no… o tal vez.
Decirte que tienes unos lindos ojos, que tu cabello es hermoso, que quiero un beso tuyo.
sábado, 26 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
Felices Fiestas
Estimados primos/as, amigos, amigas, compañeros, compañeras:
Ya casi son horas para la llegada de la navidad o noche buena y son en estas horas en las que una gran mayoría anda en busca del último regalo, o en los últimos arreglos para la cena de esta noche, en estos mismos instantes en los que otros están viendo la opción de pasar esta noche como cualquier otra noche, es precisamente en este momento que quiero aprovechar de mandarles mis felicitaciones.
Bien dicen por ahí, “Todo tiene un principio y todo tiene un final” y este 2009 ya se encuentra en sus estertores, pero no por ello un mal año. Ha sido un año más de existencia, de encuentros y desencuentros, de duro trabajo, de ilusiones y desilusiones compartidas, de logros, de errores.
He hecho todo lo posible para intentar hacer un poco más fáciles las cosas. Quizás lo haya logrado, siempre gracias a ustedes. He hecho mi mejor esfuerzo para seguir en pie, para continuar con este proyecto de vida y en cada uno de los momentos más críticos siempre estuvieron cerca y es por ello que debo darles gracias.
Por ello aprovechar un minuto o unos minutos antes de que se me pasen las fiestas y no haya alcanzado a hacerles llegar mis sinceros deseos de éxito y cariño; dicen que a veces un minuto puede servir para tantas cosas como: sonreír, sonreír para uno y también para el otro, para la vida, un minuto nos puede servir para ver el camino que aun falta recorrer, nos sirve para admirar una flor, para sentir el perfume de esa flor, para sentir el césped mojado, para percibir la transparencia del agua. Y es que es tan simple que solo se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque muchas veces no podamos entenderla.
Tan solo un minuto para escuchar el canto de los pájaros, ó para oír el silencio, o comenzar una canción, un minuto en que uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida, un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo, un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria, en un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.
En un simple minuto se puede salvar una vida, tan sólo un minuto sirve para incentivar a alguien o desanimarlo, un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida, basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo... un padre, un amigo, un semejante... Sólo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.
De todos los minutos bien vividos... un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas, decimos "un minuto" y nos parece nada... Pero como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre; como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos; como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, como nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer; como es de importante el minuto en que ese niño habla o camina, y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no lo veremos más.
Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida, lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo. Alguien alguna vez dijo:
"Vive cada minuto como si fuera el último"... Si todos recordáramos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida intensamente, aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "si no es hoy será mañana"... tu tiempo es ahora, el futuro es incierto.
Y al final se termino el 2009, que obviamente no puede ser la excepción, parece que fue ayer nomás que lo esperábamos y ya pronto estaremos en los ajetreos de la fiesta de despedida del 2009 para recibir al 2010.
La verdad es que cuando pasa el tiempo tan rápido pareciera que el olvido se hace una constante y muchas veces llegamos a olvidar las cosas, las situaciones y las personas que pasaron por nuestras vidas en estos días y nos olvidamos de que es solo cuestión de un MINUTO para poder remediar esas cosas, sin embargo quiero a través de estas líneas decirles que ustedes nunca pasaron desapercibidos y si hubo un poco de distancia se debió a mis constantes tareas, proyectos, sueños.
Por lo que espero sinceramente que el nuevo año venga con mucha más fuerza, con mucha decisión para enfrentar los nuevos amaneceres, con nuevos proyectos para completar nuestras vidas y con muchas nuevas experiencias. Que sea un año de reconciliaciones con aquellos que nos distanciamos ya sea por la distancia, la rutina, los malos entendidos, los problemas que nunca faltan. Si bien estas no son palabras de a diario, siento que mis sentimientos hacia ustedes se mantienen firmes, sinceros, profundos y confío que no cambiarán con el paso implacable del tiempo.
Todo esto, para desearles para el próximo año mucho… mucho amor, mucha fortaleza, mucha entereza, mucha decisión, muchos minutos para cada uno de ustedes, mucha entrega para lo que nos depare el 2010, mucha salud, nuevos destinos, nuevos proyectos y muchos muchísimos más sueños.
Feliz, felizzzzzz navidad y lo mejor de lo mejor en el año nuevo que está en puertas. No se olviden que la marca registrada de los seres humanos radica en la capacidad de no perder la esperanza y la capacidad de seguir soñando y creyendo en esta vida, para ser cada día más grandes. Por ello no dubiten al pretender descolgar una estrella del cielo para pedir un deseo cada vez que sientan el peso del mundo en sus espaldas.
Los queremos con toda el alma,
Vlady y Ernestito
Ya casi son horas para la llegada de la navidad o noche buena y son en estas horas en las que una gran mayoría anda en busca del último regalo, o en los últimos arreglos para la cena de esta noche, en estos mismos instantes en los que otros están viendo la opción de pasar esta noche como cualquier otra noche, es precisamente en este momento que quiero aprovechar de mandarles mis felicitaciones.
Bien dicen por ahí, “Todo tiene un principio y todo tiene un final” y este 2009 ya se encuentra en sus estertores, pero no por ello un mal año. Ha sido un año más de existencia, de encuentros y desencuentros, de duro trabajo, de ilusiones y desilusiones compartidas, de logros, de errores.
He hecho todo lo posible para intentar hacer un poco más fáciles las cosas. Quizás lo haya logrado, siempre gracias a ustedes. He hecho mi mejor esfuerzo para seguir en pie, para continuar con este proyecto de vida y en cada uno de los momentos más críticos siempre estuvieron cerca y es por ello que debo darles gracias.
Por ello aprovechar un minuto o unos minutos antes de que se me pasen las fiestas y no haya alcanzado a hacerles llegar mis sinceros deseos de éxito y cariño; dicen que a veces un minuto puede servir para tantas cosas como: sonreír, sonreír para uno y también para el otro, para la vida, un minuto nos puede servir para ver el camino que aun falta recorrer, nos sirve para admirar una flor, para sentir el perfume de esa flor, para sentir el césped mojado, para percibir la transparencia del agua. Y es que es tan simple que solo se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque muchas veces no podamos entenderla.
Tan solo un minuto para escuchar el canto de los pájaros, ó para oír el silencio, o comenzar una canción, un minuto en que uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida, un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo, un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria, en un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.
En un simple minuto se puede salvar una vida, tan sólo un minuto sirve para incentivar a alguien o desanimarlo, un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida, basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo... un padre, un amigo, un semejante... Sólo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.
De todos los minutos bien vividos... un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas, decimos "un minuto" y nos parece nada... Pero como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre; como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos; como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, como nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer; como es de importante el minuto en que ese niño habla o camina, y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no lo veremos más.
Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida, lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo. Alguien alguna vez dijo:
"Vive cada minuto como si fuera el último"... Si todos recordáramos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida intensamente, aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "si no es hoy será mañana"... tu tiempo es ahora, el futuro es incierto.
Y al final se termino el 2009, que obviamente no puede ser la excepción, parece que fue ayer nomás que lo esperábamos y ya pronto estaremos en los ajetreos de la fiesta de despedida del 2009 para recibir al 2010.
La verdad es que cuando pasa el tiempo tan rápido pareciera que el olvido se hace una constante y muchas veces llegamos a olvidar las cosas, las situaciones y las personas que pasaron por nuestras vidas en estos días y nos olvidamos de que es solo cuestión de un MINUTO para poder remediar esas cosas, sin embargo quiero a través de estas líneas decirles que ustedes nunca pasaron desapercibidos y si hubo un poco de distancia se debió a mis constantes tareas, proyectos, sueños.
Por lo que espero sinceramente que el nuevo año venga con mucha más fuerza, con mucha decisión para enfrentar los nuevos amaneceres, con nuevos proyectos para completar nuestras vidas y con muchas nuevas experiencias. Que sea un año de reconciliaciones con aquellos que nos distanciamos ya sea por la distancia, la rutina, los malos entendidos, los problemas que nunca faltan. Si bien estas no son palabras de a diario, siento que mis sentimientos hacia ustedes se mantienen firmes, sinceros, profundos y confío que no cambiarán con el paso implacable del tiempo.
Todo esto, para desearles para el próximo año mucho… mucho amor, mucha fortaleza, mucha entereza, mucha decisión, muchos minutos para cada uno de ustedes, mucha entrega para lo que nos depare el 2010, mucha salud, nuevos destinos, nuevos proyectos y muchos muchísimos más sueños.
Feliz, felizzzzzz navidad y lo mejor de lo mejor en el año nuevo que está en puertas. No se olviden que la marca registrada de los seres humanos radica en la capacidad de no perder la esperanza y la capacidad de seguir soñando y creyendo en esta vida, para ser cada día más grandes. Por ello no dubiten al pretender descolgar una estrella del cielo para pedir un deseo cada vez que sientan el peso del mundo en sus espaldas.
Los queremos con toda el alma,
Vlady y Ernestito
jueves, 3 de diciembre de 2009
2812 Kilometros o algo asi
Esta semana me apareció una frase de Galeano que versaba así: “...Que vengan más encuentros chispeantes a lo largo y ancho de este mundo. Basta con que haya una vela y dos para conversar....” y es que aunque a veces la razón es la que manda, es el corazón quien pide ser escuchado, es el mismo que pide ser sacado de esa caja y pide ser expuesto, pide ser amado, pide encuentros chispeantes por todo lado, será por eso que en esos momentos a uno le vale el mundo, le vale los tiempos, le vale la nada, le vale el que dirán, será que por eso uno anda sin rodeos en cuestiones del amor, aunque a veces es mas el ir con amor en cuestiones del destino.
Y como es a la par de los sueños que se buscan las opciones, es a la par de las nubes que se busca el viento, es a la par del atardecer que se busca la noche y de ahí la madrugada hasta llegar al día. Es que de soñar uno llega a la realidad, uno se remite a la dura realidad, a los “peros”, a los pretextos o más bien a lo racional, a lo realmente posible, a lo sensato a lo formal, a lo ideal.
Tengo en frente un verde mar, unos ojos que me quedo viendo, llevo más de treinta años esperando crecer y no he visto hasta ahora mi primera obra maestra. A veces solo imagino escuchar algo que quiero oír, algo que mi alma quiere re-conocer de los humanos, algo que mi mente quiere oler de las fragancias de los campos vírgenes y algo que haga que mis sentidos exploten.
Un buen día imaginé la posibilidad de imaginar lo inimaginable, mover fronteras, cambiar destinos, redibujar el espacio, repensar el futuro y desde entonces en las noches apenas logro dormir apretando las orejas entre el colchón y la almohada, y es que se ha vuelto imprescindible soñar posibilidades, mas aun con todos esos gatos del vecindario que se mueven en mis techos y rasguñan las ventanas, en busca de quien preste atención a su gatunas vidas o quizá esperando que alguien acaricie sus sienes noctámbulas ávidas de ternura.
Les he dicho que no, que posar estas yemas sobre un cráneo redondo me trae muy buenos recuerdos que prefiero conservar entre tanto la memoria se encargue de hacerlos menos tangibles con el paso de los días. Lo que ellos no saben es que mi recuerdo es también música: una mezcla "inteligente" de una buena charla, velas, trova, baladas y el infaltable tinto, no el café, vino tinto del bueno y del trucho, ambos fieles compañeros de tantas noches de trasnoche.
Y ahí aparece ese mar, ese verde, también me aparece esa distancia, me meto a la mar y me quedo de pie, quieto, las olas me mecen con gracia y no hago nada más que dejarme mecer… es tan placentero que me falta tiempo, ya lo sé, a veces me falta valor, lo sé. Espero hace meses que me agarre o que me deje ir, mientras tanto, me como las uñas y lloro neurótico un tema entero de Sabina: …y que todas las noches sean noches de luna y todas las lunas sean lunas de miel...
Y vuelve la vida mundana, salto de mi cama, me meto en una ajena, me rio, me paso de copas, me pongo loco, como algo, apago la tele, me vuelvo a vestir, espero un llamado, cargo el celular, hago un jugo, voy al trabajo, soy padre, hermano, hijo, amigo. Tengo miedos, dudas, certezas, angustias y un billete falso que me recuerda que no todo es bueno en este mundo; vuelvo, y vuelvo a salir.
La ceremonia de las despedidas es la bala perdida que viene por mí, la nostalgia que amarga la huida, la banda sonora de lo que viví tantas veces y hasta ahora no aprendo, sigo exponiendo el corazón, porque queriendo quiero estar. Y a lo lejos se escucha la canción de los buenos borrachos que, de madrugada, vuelven al hogar, la canción que atropella los tachos llenos de basura de la calle. No es la canción que se canta al oído de una compañera, definitivamente no es la canción que quieres oír. Yo no sabría cómo describirla, además, no es esa mi intención. Aunque para ser medianamente sinceros, no sé si este casi texto tenga intención o es simplemente cuestión de impulsos, sin aparente motivo razonable, o solo un aliciente, un suspiro largo y con letras o algo parecido, sin parecer.
Y no sé qué hacer con esto, con la tristeza liviana, si ponérmela todos los días, sacarla a pasear, o esconderla en un bolsillito de mi jean nuevo y sacarla a escondidas de rato en rato, cuando nadie mire, para disfrutármela solo o simplemente para recordar que otros destinos son posibles. Quizás no haga nada de lo anterior y se me ocurra algo más brillante, cuando ya publique este suspiro, que al parecer esta largo y mal hecho, descoordinado e incompleto, pero ya ven, a veces, los suspiros son así.
Sin embargo a veces es bueno despertar, abrir la ventana y sentir el aire calando los huesos mientras el sol nos brinda una sonrisa y el azul del cielo desdibuja las lagañas de los ojos; sonreír y sentir que la vida apenas comienza y que los silencios se encerraron en aquel baúl de recuerdos absurdos junto al ropero donde quedan escondidas las miradas negras y los harapos derretidos. Y de esta manera el viaje apenas comienza, buen viento, buena mar!!! y el cafecito??? Espero que la mesa albergue algún lugar vacio para mí, para empezar el día.
Porque siempre hay un momento, un instante, una lágrima bailando en el fondo del pecho, un anhelo diluido, un recuerdo. Siempre. Aunque solo sea en medio de mi risa, al borde de otro beso, en la cima de la noche, siempre llega, suavecito, taciturno, prevenido; mi vacío de ese alguien. Quizás por eso es que mi noche solo es un invento inexacto un diástole sin sístole un sueño sin dormir.
Puede que sea torpe..... que no sea el hombre más encantador sobre la tierra que sea alcohólico, fumador, enredador, que sea descuidado con todo, que me pierda siempre de mi camino y que no me bañe el domingo, que no me guste ser cuestionado, que sea tímido cuando no es el mejor momento, o que me encante el respeto por sobre cualquier cosa, que quiera que el amor ya no esté de moda en mi imaginario y que sea un ser humano, que sea muy inseguro, puedo no ser el mejor hombre del mundo pero como siempre... ellas son las que toman la última palabra y tú serás la responsable de todo.
Nunca he estado más cerca del abismo, nunca, pensando que ya estuvo bien para mí, en otro tiempo aprendí a reírme solo, a llorar despacio, y a cumplir con severas y mundanas razones. Nunca preferí lo cierto y tampoco lo abstracto. Hay un solo lugar donde quepo, una cruda sensación, un amanecer.
Al final 2812 kilómetros o algo así, no parecen ser muchos kilómetros, prepararé la vela, espero poder encenderla y escucharte.
Diciembre 2009
Y como es a la par de los sueños que se buscan las opciones, es a la par de las nubes que se busca el viento, es a la par del atardecer que se busca la noche y de ahí la madrugada hasta llegar al día. Es que de soñar uno llega a la realidad, uno se remite a la dura realidad, a los “peros”, a los pretextos o más bien a lo racional, a lo realmente posible, a lo sensato a lo formal, a lo ideal.
Tengo en frente un verde mar, unos ojos que me quedo viendo, llevo más de treinta años esperando crecer y no he visto hasta ahora mi primera obra maestra. A veces solo imagino escuchar algo que quiero oír, algo que mi alma quiere re-conocer de los humanos, algo que mi mente quiere oler de las fragancias de los campos vírgenes y algo que haga que mis sentidos exploten.
Un buen día imaginé la posibilidad de imaginar lo inimaginable, mover fronteras, cambiar destinos, redibujar el espacio, repensar el futuro y desde entonces en las noches apenas logro dormir apretando las orejas entre el colchón y la almohada, y es que se ha vuelto imprescindible soñar posibilidades, mas aun con todos esos gatos del vecindario que se mueven en mis techos y rasguñan las ventanas, en busca de quien preste atención a su gatunas vidas o quizá esperando que alguien acaricie sus sienes noctámbulas ávidas de ternura.
Les he dicho que no, que posar estas yemas sobre un cráneo redondo me trae muy buenos recuerdos que prefiero conservar entre tanto la memoria se encargue de hacerlos menos tangibles con el paso de los días. Lo que ellos no saben es que mi recuerdo es también música: una mezcla "inteligente" de una buena charla, velas, trova, baladas y el infaltable tinto, no el café, vino tinto del bueno y del trucho, ambos fieles compañeros de tantas noches de trasnoche.
Y ahí aparece ese mar, ese verde, también me aparece esa distancia, me meto a la mar y me quedo de pie, quieto, las olas me mecen con gracia y no hago nada más que dejarme mecer… es tan placentero que me falta tiempo, ya lo sé, a veces me falta valor, lo sé. Espero hace meses que me agarre o que me deje ir, mientras tanto, me como las uñas y lloro neurótico un tema entero de Sabina: …y que todas las noches sean noches de luna y todas las lunas sean lunas de miel...
Y vuelve la vida mundana, salto de mi cama, me meto en una ajena, me rio, me paso de copas, me pongo loco, como algo, apago la tele, me vuelvo a vestir, espero un llamado, cargo el celular, hago un jugo, voy al trabajo, soy padre, hermano, hijo, amigo. Tengo miedos, dudas, certezas, angustias y un billete falso que me recuerda que no todo es bueno en este mundo; vuelvo, y vuelvo a salir.
La ceremonia de las despedidas es la bala perdida que viene por mí, la nostalgia que amarga la huida, la banda sonora de lo que viví tantas veces y hasta ahora no aprendo, sigo exponiendo el corazón, porque queriendo quiero estar. Y a lo lejos se escucha la canción de los buenos borrachos que, de madrugada, vuelven al hogar, la canción que atropella los tachos llenos de basura de la calle. No es la canción que se canta al oído de una compañera, definitivamente no es la canción que quieres oír. Yo no sabría cómo describirla, además, no es esa mi intención. Aunque para ser medianamente sinceros, no sé si este casi texto tenga intención o es simplemente cuestión de impulsos, sin aparente motivo razonable, o solo un aliciente, un suspiro largo y con letras o algo parecido, sin parecer.
Y no sé qué hacer con esto, con la tristeza liviana, si ponérmela todos los días, sacarla a pasear, o esconderla en un bolsillito de mi jean nuevo y sacarla a escondidas de rato en rato, cuando nadie mire, para disfrutármela solo o simplemente para recordar que otros destinos son posibles. Quizás no haga nada de lo anterior y se me ocurra algo más brillante, cuando ya publique este suspiro, que al parecer esta largo y mal hecho, descoordinado e incompleto, pero ya ven, a veces, los suspiros son así.
Sin embargo a veces es bueno despertar, abrir la ventana y sentir el aire calando los huesos mientras el sol nos brinda una sonrisa y el azul del cielo desdibuja las lagañas de los ojos; sonreír y sentir que la vida apenas comienza y que los silencios se encerraron en aquel baúl de recuerdos absurdos junto al ropero donde quedan escondidas las miradas negras y los harapos derretidos. Y de esta manera el viaje apenas comienza, buen viento, buena mar!!! y el cafecito??? Espero que la mesa albergue algún lugar vacio para mí, para empezar el día.
Porque siempre hay un momento, un instante, una lágrima bailando en el fondo del pecho, un anhelo diluido, un recuerdo. Siempre. Aunque solo sea en medio de mi risa, al borde de otro beso, en la cima de la noche, siempre llega, suavecito, taciturno, prevenido; mi vacío de ese alguien. Quizás por eso es que mi noche solo es un invento inexacto un diástole sin sístole un sueño sin dormir.
Puede que sea torpe..... que no sea el hombre más encantador sobre la tierra que sea alcohólico, fumador, enredador, que sea descuidado con todo, que me pierda siempre de mi camino y que no me bañe el domingo, que no me guste ser cuestionado, que sea tímido cuando no es el mejor momento, o que me encante el respeto por sobre cualquier cosa, que quiera que el amor ya no esté de moda en mi imaginario y que sea un ser humano, que sea muy inseguro, puedo no ser el mejor hombre del mundo pero como siempre... ellas son las que toman la última palabra y tú serás la responsable de todo.
Nunca he estado más cerca del abismo, nunca, pensando que ya estuvo bien para mí, en otro tiempo aprendí a reírme solo, a llorar despacio, y a cumplir con severas y mundanas razones. Nunca preferí lo cierto y tampoco lo abstracto. Hay un solo lugar donde quepo, una cruda sensación, un amanecer.
Al final 2812 kilómetros o algo así, no parecen ser muchos kilómetros, prepararé la vela, espero poder encenderla y escucharte.
Diciembre 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)