jueves, 24 de diciembre de 2009

Felices Fiestas

Estimados primos/as, amigos, amigas, compañeros, compañeras:
Ya casi son horas para la llegada de la navidad o noche buena y son en estas horas en las que una gran mayoría anda en busca del último regalo, o en los últimos arreglos para la cena de esta noche, en estos mismos instantes en los que otros están viendo la opción de pasar esta noche como cualquier otra noche, es precisamente en este momento que quiero aprovechar de mandarles mis felicitaciones.
Bien dicen por ahí, “Todo tiene un principio y todo tiene un final” y este 2009 ya se encuentra en sus estertores, pero no por ello un mal año. Ha sido un año más de existencia, de encuentros y desencuentros, de duro trabajo, de ilusiones y desilusiones compartidas, de logros, de errores.
He hecho todo lo posible para intentar hacer un poco más fáciles las cosas. Quizás lo haya logrado, siempre gracias a ustedes. He hecho mi mejor esfuerzo para seguir en pie, para continuar con este proyecto de vida y en cada uno de los momentos más críticos siempre estuvieron cerca y es por ello que debo darles gracias.
Por ello aprovechar un minuto o unos minutos antes de que se me pasen las fiestas y no haya alcanzado a hacerles llegar mis sinceros deseos de éxito y cariño; dicen que a veces un minuto puede servir para tantas cosas como: sonreír, sonreír para uno y también para el otro, para la vida, un minuto nos puede servir para ver el camino que aun falta recorrer, nos sirve para admirar una flor, para sentir el perfume de esa flor, para sentir el césped mojado, para percibir la transparencia del agua. Y es que es tan simple que solo se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque muchas veces no podamos entenderla.
Tan solo un minuto para escuchar el canto de los pájaros, ó para oír el silencio, o comenzar una canción, un minuto en que uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida, un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo, un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria, en un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.
En un simple minuto se puede salvar una vida, tan sólo un minuto sirve para incentivar a alguien o desanimarlo, un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida, basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo... un padre, un amigo, un semejante... Sólo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.
De todos los minutos bien vividos... un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas, decimos "un minuto" y nos parece nada... Pero como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre; como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos; como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, como nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer; como es de importante el minuto en que ese niño habla o camina, y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no lo veremos más.
Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida, lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo. Alguien alguna vez dijo:
"Vive cada minuto como si fuera el último"... Si todos recordáramos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida intensamente, aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "si no es hoy será mañana"... tu tiempo es ahora, el futuro es incierto.
Y al final se termino el 2009, que obviamente no puede ser la excepción, parece que fue ayer nomás que lo esperábamos y ya pronto estaremos en los ajetreos de la fiesta de despedida del 2009 para recibir al 2010.
La verdad es que cuando pasa el tiempo tan rápido pareciera que el olvido se hace una constante y muchas veces llegamos a olvidar las cosas, las situaciones y las personas que pasaron por nuestras vidas en estos días y nos olvidamos de que es solo cuestión de un MINUTO para poder remediar esas cosas, sin embargo quiero a través de estas líneas decirles que ustedes nunca pasaron desapercibidos y si hubo un poco de distancia se debió a mis constantes tareas, proyectos, sueños.
Por lo que espero sinceramente que el nuevo año venga con mucha más fuerza, con mucha decisión para enfrentar los nuevos amaneceres, con nuevos proyectos para completar nuestras vidas y con muchas nuevas experiencias. Que sea un año de reconciliaciones con aquellos que nos distanciamos ya sea por la distancia, la rutina, los malos entendidos, los problemas que nunca faltan. Si bien estas no son palabras de a diario, siento que mis sentimientos hacia ustedes se mantienen firmes, sinceros, profundos y confío que no cambiarán con el paso implacable del tiempo.
Todo esto, para desearles para el próximo año mucho… mucho amor, mucha fortaleza, mucha entereza, mucha decisión, muchos minutos para cada uno de ustedes, mucha entrega para lo que nos depare el 2010, mucha salud, nuevos destinos, nuevos proyectos y muchos muchísimos más sueños.
Feliz, felizzzzzz navidad y lo mejor de lo mejor en el año nuevo que está en puertas. No se olviden que la marca registrada de los seres humanos radica en la capacidad de no perder la esperanza y la capacidad de seguir soñando y creyendo en esta vida, para ser cada día más grandes. Por ello no dubiten al pretender descolgar una estrella del cielo para pedir un deseo cada vez que sientan el peso del mundo en sus espaldas.

Los queremos con toda el alma,

Vlady y Ernestito

2 comentarios:

Ivana Espina (LaPeces) dijo...

felices fiestas Vlady!!!! un abrazo =)

Vlady Andia dijo...

Para ti tambien querida amiga, abrazos mil