martes, 24 de abril de 2012


24 de abril…

”…sé que la palabra no es el hecho,
Si digo manzana, no es la maravilla innombrable que enamora el verano,
Si digo árbol, apenas me acerco a lo que saben las aves... y si digo tu nombre... solo mi alma percibirá la profundidad de lo que me ofrece...” (Facundo Cabral)

La otra noche encontré estas palabras en el muro de una amiga y después de casi una semana no dejan de resonar en mi cabeza, tal parece que esta va a ser una de esas noches en la que uno regresa a encontrarse con ese vaso de tristeza, de saberte ausente, de no encontrarte, de esos despertares locos donde termino buscándote en los escritos inconclusos, en los recovecos de lo desconocido; supongo que todo se tornará incierto y otra vez el día tornará en un caminar fantasioso y sonámbulo con la pesadez y soledad de casi siempre.
Que complicado es extrañarte envuelto en no sé qué tipo de capricho burlesco, escuchar a lo lejos tus pasos y ver como se aleja tu sombra y se pierde en la noche, ver que no soy más que un conquistador mediocre que no puede retenerte cerca. Regreso al papel antes de que esta nostalgia duela, supongo que la noche ha de viajar en los recuerdos y la emoción hasta donde se pueda desatar algo que vaya más allá de lo que quieras escuchar.
Y se cierra la noche y ya pronto llegara el nuevo día, descubrir que lo mejor viene vestido de vos y tropezar con tu sombra entre el amor y tus manos, imaginar secretamente un beso que vaya encendiendo otro y una caricia que acomode nuestros cuerpos y se filtre a gusto una sonrisa cuando lejos de todos los relojes no existan distancias, donde los caprichosos minuteros caminen más lentos y los minuteros bajen su trote tortuoso, cuando reaparezca un nuevo color y sabor a futuro y entonces nace la nueva solución:…dejamos que llegues, a tono con lo que traigas, con prisa o mejor sin ella y así inauguramos “el breve espacio en que ya no estas” con una serie de palabras de aclaración, o mejor aun con una poesía que brote de tus labios o una canción…; de todas formas ya encontré una acompañante para esta larga espera, una fiel testigo, una vela que fue acabándose mientras dibujaste esta distancia.
En toda esta espera, prendí y apagué el interruptor como cien veces, hasta que el foco ya no pudo más y me quedé en penumbras donde solo se pudo percibir algunos contornos delimitados a mi visión y es por eso que rebusque esta vela en un cajón olvidado de la cocina, la prendí y de a poco se fue terminando en esta espera, prendí esta vela y se la ofrecí a la espera, a la ilusión de esperar tu regreso, a la esperanza de volver a ver tu rostro nuevamente, varias veces levanté la mirada hacia aquella flama y empezó a tiritar bandadas de suspiros y tu voz tenue, se transformó, en murmullo, poesía, canto, y palabra, muy pronto todas ellas dibujaron tu fas, la niebla de susurros se acercaban y ya eran manos, tacto infinito convertido en raíz con tu nombre inscrito en mis sentidos…amanece y esta cálida oscuridad se desvanece y deja tu sombra en mi cuerpo, una marca/tatuaje que se resiste a perderse, aroma que no se desprende y me lleva a tu encuentro…
Hoy quise escribirte la canción más hermosa del mundo con versos que describan el silencio que se guarda en el bolsillo de un pantalón roto, para que luego estos versos se encuentren contentos en los labios de quien relata las historias que nos canta el pasado que no vive, el presente que nos entiende humanos con el tiempo, quiero desaparecerte, desaparecerme, inventando palabras, ahogando el sueño, golpeando las calles con cada pisada, perdidos y sin miedo enfrentando las clemencias del devenir/porvenir.
Y este tren llamado vida avanza como avanza el tiempo, distante de tantos silencios compañeros… silencio… despierto al silencio y lo aniquilo cuando te veo y hablo bla bla bla bla bla… hasta que la voz se me apaga y viene el descanso, el sueño reparador para el mañana que no nos alcanzara para continuar con las historias.
Por alguna razón las palabras de Cabral se mantuvieron presentes y hoy te extrañe inmensamente, quien pudiera entender lo que entendemos cuando conversamos… quien pudiera regalarnos felicidad como quien nos atropella con alguna canción escondida o con unas letras que conformen un poema, y así dejar de lado la frialdad que oculta la sensibilidad que nos delata. Hoy me quiero vestir de armonías, armonías que me obsequias en este sendero de caminos inciertos, que se mece a posibilidades que no existen, que juguetea con la distancia y las tantas tertulias pendientes.
Ya son tantos los versos mal hechos que no salen y si salen pues salen a tropiezos, porque aun son torpes y apenas están queriendo aprender a caminar, la mayoría de ellos solo saben volar, como vuelan esa bandada de palabras, como volamos cuando apareces y acompañados de aquel vino compañero recordamos viejos tiempos, y la nostalgia nos invade y se pasa el tiempo y toca la despedida…..
Solo quería que sepas que te tengo muy presente, así como siento tu ausencia, tengo en la computadora el calendario esperando marcar el encuentro prometido y no sé porque te escribo, será que ya no encuentro otro canal, creo que es porque es lo que más hice y lo que más me gusta hacer. El insomnio se volvió crónico, ya el dormir no es un problema… ahora el problema es mantenerse despierto.
Y esta noche cierro con Sabina con su Calle Melancolía: “…Vivo en el número 7, calle Melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía, en la escalera me siento a silbar mi melodía…”
                                                                                                                                          24 de abril 2012


martes, 10 de abril de 2012

Empezando Abril...


En días como hoy apunto a ser un nuevo personaje, ya no ese triste personaje que se interroga, se cuestiona y se decepciona del mundo; intentando tal vez comprender los azares del destino, los encuentros, los desencuentros, las palabras dichas y porque no las palabras sueltas... volví a disfrutar del tango de las nostalgias sin entrar en la trampa de la melancolía...a no dejar que la vida y sus ironías me golpeen como el frío... ese frío parcial/ frío abismal...a pesar de que la soledad se incrusta en la cama jugueteando con las sabanas...
Al final muchas  veces pretendemos ser unos fanáticos del silencio, por eso decidimos estar tan muertos como la hoja blanca en la que se desparraman las letras, ese mismo papel que muchas veces se nos ha reciclado con el pretexto de escribir nuestras historias de amor, de aventuras imaginadas, o de recuerdos pasados, aventuras que no son validas, ante la incapacidad de mandar a la basura los libros de novelas truchas y escribir una historia propia que valga como la historia oficial, una novela burlesca, una tragicomedia, un libreto para teatro; sin territorios, sin prosa dulzona que sirva para la crítica o para los amigos, o para quien se quiere conquistar.
Y es que pretendemos ser un temporal ficticio, un estado de ánimo, un sentimiento, tropezando con canciones, poemas, grafitis, frases celebres, un conjunto de cosas que danzan el místico, famoso y trasnochado arte, como una parodia de la vida, en fin, todas aquellas cosas complejas, como una sonrisa encontrada en una lágrima, mucha emoción sobre lo bello.
Por eso mejor aprovechar que se inicia un nuevo mes, los días pasan, las noches también y el encuentro se acerca, que se entienda lo que se pueda, lo que no...mejor. Por eso capitulo ausente, para estar por ahí colgado, como alternativa que me ayude a organizar todas las hojas escritas en este camino llamado vida.
Y las palabras bailan, acarician, recuerdan, emocionan, transportan en el tiempo y porque no, también condenan, matan y rematan... pero como diría Sabina "Siempre hay un tren que desemboca en Madrid”... donde sea que vayan  las palabras llegan en el momento preciso, así como llega la lluvia, así como el sol acaricia y abraza, así como la luna ilumina en una noche espesa o así como las estrellas hacen soñar....
De un tiempo a esta parte, ando queriendo estar; aunque ya no tan fanático del silencio, tan muerto como el papel en el que ya no logro desparramar mas letras, “suicidarse con una palabra” decía ese trovero gaucho, la noche pasada, pero porque no reciclar aventuras que solo puedan leerse y dejar de mandar a la basura libros de novelas/cuentos y organizar las propias como historias locas, atrevidas, intrépidas… historias que nos recuerden que se vive al día, porque lo que ya paso fué “ayer”, lo que viene “mañana” y no está garantizado, así que solo queda un hoy.
Creo que la mejor cosa que se puede hacer en esta vida es estar muy alerta, creo que bajo el mismo cielo azul, podemos estar cerca de quien queremos y sonreír por la suerte de tener un mismo cielo que nos cobija al mismo tiempo. Muy dentro en nuestros corazones seguirán encontrándose rasgos de los viejos recuerdos y los sueños rotos que el tiempo no los puede borrar, pero creo que somos capaces de cambiar nuestras lagrimas por alegría, encontrar el amor que el tiempo no podrá destrozar.
El viento respira fuerte esta noche liviana, caen lágrimas invisibles en este tiempo loco, las luces no aclaran el camino y las calles gritan su nombre, pero no escucha, en su sueño profundo no resuenan los mensajes… mis mensajes. Ruidos pálidos, olor a nostalgia de mirada café. Extrañamiento de mí, de tí…no sé, tal vez no haga falta, quizás no necesite letras, solo un beso desaparecido entre mis labios, un latido suspendido entre sus manos, un sabor profundo en la superficie de su piel...un loco amor, que no precise dedos, suaves caricias, su respiración sin la mía acompañando, un cosquilleo entre los pies, aún no la alcanzo. Pero no me hagan caso... A veces me pierdo en el sonido de un café de trasnoche cuando apenas son las dos... y sigo disfrutando de ese sabor a tiempo detenido...