Por un instante se me
olvidó que sé caminar, que aún puedo levantar este cuerpo por mí mismo, que puedo
romper este silencio con mil voces, que ese tic en los ojos cada vez es más evidente,
que sin duda los estos ojos tristes son especialmente reveladores, que aunque
me arrope con las frazadas no desaparezco, que a pesar de que me lavo los
dientes todos los días, no desaparece ese saborcito de ausencia de tí… ahhh y se me olvida que no debo nombrarte, ni
buscarte, ni encontrarte.
Y en cada minuto me
invades, me carcomes… inhalo un poco de aire y calmo mis ansias con tus imágenes,
esas que no dejan de estar presentes en todo momento, te pienso desde tan lejos
que cuando apareces tiendes a ser una historia tan antigua como mi vida. Y sin
querer todo vuelve a ti y en mis ojos brincan y saltan discursos, palabras
compuestas, gritos de lo que no tengo y de todo lo que quiero, en eso pienso en
como puedo tender un puente que vaya desde tu alma a la mía… te veo alejarte… y
vuelvo al principio porque como dice Edel… mejor la cama destendida que tener
tu ausencia aquí a mi lado.
Y existe otro mundo
donde no pienso tanto, donde estás a mi lado y estas distancias son mucho más cortas
y accesibles, donde puedo disfrutar de tu mirada perdida en el horizonte, de
esa sonrisa tímida, de toda tu forma de pensar y creer… donde hasta te puedo
tocar y pensar que se trata solo de un sueño, aunque tengo a la mano tu mano y
en mis ojos los tuyos
Las fronteras se
rompen con tu mirada y la mía, los versos y las palabras fatigan el tiempo, las
lunas llenas que quieren mostrarse a pesar de las nubes, las mismas que se
opacan en la noches nubladas, mientras los hombres ebrios de chicha y sudor
celebran la fiesta de efemérides del pueblo.
Hoy sería lindo poder
hablar de estas ciudades en ruinas, de estos campos olvidados, de estas calles vacías,
de estas noches bohemias, de la fiesta, de tí, de mi, aunque prefiero que me
leas los versos que derrama tu caminar, de tus ojos que invitan a escribir miles
de poemas, de tu cabello, de toda TU… pero por favor, no me hables de “la
verdad”… no me hables de esa niña confundida
Hoy por un instante, sólo
quería desahogar este vacío volviendo a tí, que ganas de llamarte buscando
algún pretexto vago, inocente pero pretexto al fin, hoy haría bien escucharte… solo
escucharte… hoy sería buena cosa contarte que en el pueblo (Apote) se alistan
para tener dos días de entrada, fiesta y confraternización donde con certeza no
faltara la chicha y los platos de rigor, que está bloqueado el paso porque
llego Maduro… y sigo buscando temas de conversación para poder llamarte.
Contarte simplemente
que se te extraña, aunque no debiera ser así… decirte que me gustaría mucho
compartir más cosas contigo.
Y el papel, en este
caso el teclado, aguanta todo…
Mayo 2013